martes, 10 de mayo de 2016

Orbea Monegros 2016 - Día 3 - Ruta de colegas

Tras una Monegros dura de pelotas, la cabeza como un bombo por el Cierzo, y el cuerpo dolorido del tute, nos despertamos a media mañana, sobre las 10 y pico si no recuerdo mal...

La noche anterior estuvimos cenando hasta tarde los cuatro junto a Alejandro, Alfonso y Ana. Menudo hartón a comer, recuperamos todas las kcal quemadas, y con creces.


Al final entre una cosa y otra quedamos en que saldríamos el domingo todos juntos a rodar un poco, que nunca habíamos salido los seis a la vez en grupeta.


"Una vuelta suave, para soltar piernas una horita"


Mentira!!! Y me dejé engañar!! (pero valió la pena)


Mientras estamos desayunando llega Alfonso, ya vestido de romano, y nos da los buenos días. Mientras acabamos de comer algo y prepararnos llega Alejandro, que ya lleva unos cuantos kms de esa misma mañana en las piernas. 


Ya preparados y con ánimos salimos a la calle con las burras. Hace solete y el cierzo no sopla como ayer (menos mal, sino me vuelvo para dentro), así que se presenta una buena mañana de mtb.

Para quien no conozca a Alejandro y Alfonso, sólo deciros que SON UNOS MAQUINOTES, y que para un globero de mi nivel salir con ellos sólo es posible si van de tranquis. Esperaba que esta mañana fuese así.



Encendemos los GPS (en mi caso el móvil, me olvidé cargar el Garmin la noche anterior...) y seguimos a Alejandro, que lidera el grupo mientras salimos de Ontiñena.


La pista pica un poco hacia arriba y salimos a buen ritmillo. No me da apenas tiempo a calentar ni soltar piernas que ya vamos rapidito por un sube-baja fácil en las llanuras Monegrinas.


Alejandro lidera el grupo, y el resto vamos detrás. En eso que yendo a rueda, me fijo un momento en sus gemelos...





Puta bida tetes, tiene unos gemelacos que ni mis cuádriceps! La de watios que debe tener ahí escondidos... jajaja. Por suerte hemos salido "de tranquis"!


Pasan los kms y Alejandro tira a su ritmo para esperarnos delante y echar unas fotos:




Además de guiarnos por los caminos, nos explica qué caminos están bien, cuales dan la vuelta y por donde empalman con la marcha del día anterior, cómo haría él una Monegros para que pasara por sitios más chulos... Es todo un crack, nos conocemos de hace apenas 2 días y es super cercano, como si fuésemos colegas de toda la vida.


La idea era subir la cresta que se ve al fondo en las fotos (aun que yo pensaba que no íbamos a hacer nada... jaja), así que vamos acercándonos. El terreno empieza a picar hacia arriba, y los compañeros se empiezan a picar entre ellos. Alejandro coge la pole, seguido de Nico, Álvaro y Rubén, y yo me quedo atrás porque paso de apretar, no tengo las piernas finas y un calentón sólo me va a servir para estar arrastrándome una semana con las piernas como botijos. Alfonso se apiada de mi y se queda en la cola acompañándome a un ritmillo globero mientras charlamos de bicis que me compraría pero no compro porque no tengo un duro, de la Pedals de Foc, Gegant de Pedra, Vuelta a Aragón, y me da consejos y me cuenta cosillas sobre el Soplao (al cual iré este año, pero eso ya lo contaré en otra entrada).

El blog de Alfonso es www.apedalesporelmonte.com, por si te pica la curiosidad y quieres chafardear un poco sus andaduras en bici.



Llegamos arriba del todo, la subida se ha hecho amena y la compañía muy grata. Estamos en el refugio de Piedrafita. 


"Joer, no pensaba que fuéramos a subir tanto"


Y tampoco estábamos muy lejos de Ontiñena, pero se hacía curioso llegar al cruce donde el día anterior pasamos el corte de la media maratón "por los pelos".


Aprovechamos para hacernos unas fotos de familia, que no siempre se juntan 6 bikers venidos de diferentes partes de la Península a rodar por estas tierras.

Con Alfonso


Y con Alejandro
Alfonso me presta su Inbred para hacer los últimos metros de subida. Sus palabras al pillar la mía fueron:


"Pero si esto es un juguete!!"


Yo creo que la palabra adecuada sería más bien "hierraco" jajaja.


Nos volvemos a montar cada uno en su bici y encaramos la bajada. Nos lanzamos a toda velocidad. La sensación que tenía era la de bajar un buen trozo por el mismo tramo que habíamos hecho de subida, pero veo que no fue así. La verdad es que me sueltan ahí enmedio y no llego jamás a Ontiñena, menos mal que teníamos entre nosotros a un local de la zona.

Bajando por pista llega un punto en el que pillamos un cruce a mano izquierda, y tras otro rato de pista nos encontramos con una bajada empedrada y de tierra suelta, con paso alternativo por un arado. Rubén (como no podía ser de otra manera) baja por la alternativa rota y empedrada, seguido de Nico. El resto bajamos por el campo, pero más que nada para no hacernos los chulos, no porque no lo viéramos claro :P


Seguimos con el pisteo y nos encontramos tramos de barro arcilloso. 
En una curva a izquierdas, sin esperárnoslo, Álvaro y yo nos ponemos a driftear.


Yo consigo salvarlo, pero y Álvaro...?



"Pos eso", pero sin mayores consecuencias más allá de unas risas.


Hacemos un pequeño bucle (totalmente gratuito, no hacía falta! jajaja) con una subida medio técnica donde meter molinillo, y acabamos con una bajada por un "rock garden" digno de World Cup, antes de retomar la pista de vuelta a Ontiñena.


Al final salen 37km con +480m, en 2:11h.


Tampoco hemos ido volando, pero creo que 17km/h de media no está mal, yo cuando salgo a soltar piernas voy mucho más lento sin duda.


Y al acabar la ruta... Al bar! 


Las burras...

... y parte de los máquinas
Y después de ese bar nos vamos... a otro bar!! 


Oh sí!
Parece que lo malo se pega, y el espíritu GBT también. 


En realidad lo que hicimos fue aprovechar para ir a comer antes de volver a casa, recogerlo todo y marcharnos.




Después de la comida, con calma (Alejandro ya había comido, se había duchado y cambiado, y nosotros seguíamos en el bar... jaja) vamos a casa, lo recogemos todo, echamos los trastos al coche, las bicis al portabicis, y nos vamos de vuelta a Barcelona unos, y a Madrid otros.


Tras unas horas por la A2 y un atasco en la entrada de Barcelona llego a casa, lavo el coche (lleno de mierda) y descargo las cosas, cansado y hecho polvo, pero contento por lo vivido estos días.


La Orbea Monegros me ha dejado mal sabor de boca, y siendo sincero tengo pocas ganas de repetirla porque este año no he disfrutado nada con tanto viento, pero el consuelo que me queda es que si repito seguro que peor que este año no puede salir. Si vuelvo seguro que me lo pasaré mejor.

Por otro lado la valoración global del fin de semana es buenísima. Ha sido un finde de puta madre, bici a todas horas, cierzo a todas horas (aun que no hacía falta), de risas y de muy buena compañía. Espero que volvamos a vernos muy pronto con Alejandro, Alfonso, Ana, Álvaro y Nico, son gente de lujo, unos cracks.



Ahora lo que me toca es rodar todo lo que pueda y mentalizarme, que el 21/5 tengo el Soplao esperándome. Madre mía, miedo me da... 

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